“Si vendo el Almacén hace cuenta que vendo mi vida”
El Almacén de Ramos Generales Langueyú, en el partido de Ayacucho, es uno de los más antiguos y conserva no sólo la impronta, sino los hábitos sociales del pasado.
16/12/2022 - 18:50
Nos habían hablado de este almacén, de su historia y de Beatriz. Así que transitamos 60 km por la ruta 29 hasta llegar al Paraje Langueyú.
El Almacén Langueyú, en el paraje del mismo nombre, en el partido de Ayacucho, tiene más de 140 años al igual que la mayoría de los muebles, como las eternas estanterías que exhiben desde arroz y ginebra, alpargatas y ollas. El negocio de ramos generales fue declarado Patrimonio Histórico en septiembre del año 2011, un ambiente cargado de historia, anécdotas y nostalgias.
Beatriz nació y se crió en Langueyú y desde pequeña estaba en el negocio ayudando a su padre. Cuando su padre fallece se hace cargo del almacén. Muchas personas quisieron comprarle el negocio ofreciéndole altas sumas de dinero pero ella se niega: “Si vendo el almacén hace cuenta que vendo mi vida”.
El almacén que le da vida al paraje donde solo viven tres familias, la Escuela Nº 20 Bartolomé Mitre y la estación de ferrocarril. Abierto de lunes a sábados en la cual además de adquirir productos los parroquianos pueden ir a tomar la copa y a jugar a las cartas. La mayoría de los clientes son puesteros de las estancias, correntinos, santiagueños y entrerrianos y personas de paso.
Antiguamente el lugar en su totalidad era de chapa y madera que en éstos días conserva un sector aún. Se encuentra una balanza de 1938 años en perfecto estado, uno de los mostradores proveniente de un barco, una cabina telefónica funcionando, un pool, allí se puede comprar desde un tornillo hasta un kilo de yerba. Pasaron varios propietarios Augé, Paglioni y Danelutto. La actual propietaria es la señora Beatriz Danelutto y su esposo, hija de Angélica Acosta y Arnaldo Danelutto que heredó el amor al negocio de su padre.